Chocolate, placer con historia
Cuentan que fue el mismísimo Moctezuma el que ofreció a Hernán Cortés, al que por cierto confundió con el dios Quetzalcoatl,una bebida muy especial, y que estaba destinada sólo a personas consideradas de relevancia, hecha a base de cacao. Más tarde Cortés llevó dicha bebida a la Corte del Rey de España y todo comenzó…
Otros cuentan que quien trajo el cacao no fue el propio Cortés, sino un monje que viajaba en su barco y que lo llevó hasta un monasterio de Zaragoza, desde donde más tarde se extendió al resto de Europa.
Sea como fuere su origen, lo cierto es que pocos son los que pueden resistirse a su sabor, a su aroma, al placer que provoca cuando lentamente se derrite en la boca…
Cualquiera que sea su presentación, su color o el resto de ingredientes que lo acompañen, el chocolate siempre es el mejor acompañamiento no sólo de las alegría sino, sobre todo, de las penas.
Y es que está incluso considerado como poderoso antidepresivo por la cantidad importante de endorfinas, hormonas de la felicidad, que genera su consumo. También se dice que es un estupendo sustitutivo del sexo.
Así que ya sabes, ¡come chocolate!… Y si puedes no te pierdas «Chocolat«, un cuento maravilloso en el chocolate enmarca un preciosa historia que narra la búsqueda de esa plácida felicidad que muchos de nosotros deseamos. Eso si, procura tener chocolate a mano.
El chocolate es lo más maravilloso que se haya descubierto nunca,un placer inigualable,por algo se le llamaba la bebida de los dioses.
Uno de los placeres insustituibles de la vida.