Cuando los párpados se caen…
Domingo por la tarde tras una semana ajetreada: no puedo más. Me escuecen los ojos, mis párpados pesan cada vez más y sobre mi cabeza una piedra haberse instalado. Mi cuerpo entero me suplica que lo deje caer en posición horizontal. Intento en vano pensar en lo que aún me queda por hacer hoy… pero la luz de mi mente se está quedando sin batería.
Dormir, sólo quiero dormir. Dormir durante horas, días, semanas, lo que haga falta, para recuperarme de este torturador agotamiento y recuperar la energía necesaria para seguir en marcha. ¡Necesito dormir!…
Dormir cual lindo gatito ocioso en un día fresco de verano.
Apaciguar la fiera en que me convertiré si no descanso lo suficiente.
Sentir por fin que mi mente se aclara y por mis miembros vuelve a correr la sangre.
Quiero dormir ya para recuperar la frescura de mis sentidos y disfrutar entonces, al máximo, de un día nuevo.
Que divertida la foto del elefante y los gatitos durmiendo.