Harold Edgerton, deteniendo el tiempo

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El objeto más rápido era congelado en el tiempo como por arte de magia. Así vino a describirlo el periódico The Hartford Courier que asistió a la exhibición que el fotógrafo Harold Edgerton dio en Massachussets el 19 de diciembre de 1937.

Edgerton demostró lo que hasta entonces parecía impensable: dar cuenta de una serie de efectos que ocurrían a tan alta velocidad que ni los ojos humanos eran capaces de captar. El efecto de una bala al atravesar una manzana; las ondas producidas en el mismo instante de romper una gota de agua, o las consecuencias del impacto de un palo de golf sobre la pelota. Los 2.000 asistentes a aquella muestra quedaron asombrados con una técnica de fotografía que era desconocida tan a principios del siglo XX.

Harold Edgerton sólo portaba una cámara de alta velocidad y una pequeña luz estroboscópica. Se había trabajado anteriormente en cámaras ultrarrápidas, pero nadie había trabajado como él hasta entonces la luz.

Bala rapida a través de una manzana

Su gran objetivo era conseguir la iluminación necesaria para captar la mayor velocidad de imágenes posibles. Tenía que conseguir un flash tan rápido que apareciera y desapareciera casi en el mismo instante, y por eso, su gran mérito consistió en inventar un sistema electrónico capaz de disparar los flashes en el instante preciso y a una velocidad de 1/500.000 segundos.

gota salpicando

La teoría era que, al mantener el obturador permanentemente abierto, sin luz, la película no se impresionaba. Al producirse el destello del flash en un brevísimo instante de tiempo, el obturador se cerraba e impresionaba lo sucedido en aquel momento.

taza-rompiendose

Descubierta la forma de impresionar un instante brevísimo, el paso siguiente era la consecuencia lógica. Impresionar sobre la misma placa momentos consecutivos que fotografiaba siguiendo la misma metodología. El flash se disparaba continuamente y el obturador se abría y cerraba con cada destello. El resultado fue de una innovación absoluta para la época. Había nacido así la fotografía estroboscópica.

jugador-de-golf

Tan inestimable e importante fue su descubrimiento que poco después los aliados acabaron utilizando sus ideas para fotografiar las playas de la costa francesa en el Desembarco de Normandía. Finalmente, para la Historia, Harold Edgerton pasó con el nombre de El Hombre de la Gota de Leche, en referencia a su obra más famosa: «Salpicadura de una gota de leche»

Salpicadura de una gota de leche



5 comentarios

  1. MAITE dice:

    HOMBRES COMO HAROLD,SON LOS QUE HACEN QUE LAS PERSONAS NOS ENRIQUEZCAMOS CON SUS CONOCIMIENTOS Y A LA VEZ SE VAYA A PORTANDO UN GRANITO DE ARENA A LA HISTORIA DE LA CIENCIA.
    ME GUSTA QUE RECUERDES LAS COSAS QUE SABEMOS, PERO QUE A VECES SE QUEDAN OLVIDADAS EN UN RINCONCITO DE NUESTRA MEMORIA.
    BESITOOOOOOOOOS. MAITE.

  2. maria isabel dice:

    felecitaciones por el documental en verdad interesante y uno nunca deja de aprender las fotos ni hablar

  3. susana dice:

    excelente, es aquello que uno lo mira pero no lo puede ver

  4. flor dice:

    que buenas fotos, son increibles.

  5. juan dice:

    Alguien podria hacer el analisis de la imagen de la fotografia: salpicadura de una gota de leche, a partir de las pautas de la web: http://www.aloj.us.es/galba/digital/cuatrimestre_ii/imagen-pagina/analisis_imagen.htm

    gracias!

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