Divagando… y escribiendo
Si, tienes razón, hace ya demasiado tiempo que no me pasaba por aquí. Ya sabes: que si el trabajo, que si los niños, que si las intransferibles demandas de la vida cotidiana y otras vicisitudes… En fin, ese día a día que generalmente no nos permite salirnos de su rutina y con el que terminamos fundiéndonos hasta casi perder nuestra identidad.
Pero hoy he conseguido escaparme por un momento de los límites de mi realidad habitual, a ver si consigo removerme dentro de mi caparazón y dejar de sentirme anquilosada durante unos minutos… ¡algo es algo, supongo!.
Si, anquilosada y de piel dura y mirada severa, cual tortuga centenaria que poco espera ya y que siente que ha vivido demasiados momentos que no son dignos ni de ser contados, ni mucho menos recordados. ¿Te parece que exagero?…
Vale, no me mires así, ya me conoces, me desahogo llevando mis sensaciones hasta los extremos, allí dónde ya no me queda más remedio que pararme en seco y ya luego retroceder hasta el centro para volver a comenzar.
Si, si, muchas veces me has dicho que así no llego a ningún lado, que no aprendo, que no queda nada tras tanto devaneo neuronal.. y sé que tienes razón, pero ¿qué puedo hacer?.
Pues si, no me queda otra que seguir siendo como soy. Eso si, te prometo que intentaré mantenerme a flote mientras me quede algo de cordura. Y que, de vez en cuando, cuando ésta cierre por vacaciones necesarias, me zambulliré en mi interior a ver qué encuentro.
Si, entonces escribiré algo, que nunca sabe uno por dónde puede llegarle la inspiración.
Muy bueno lo tuyo y que realidad lo que dices, pero siempre debemos tomarnos ese momento para descargar loa que sentimos, aun a pesar de la rutina, que tengas un buen día, besossss
Acierto en la opinion d la mayoria….
Tu ausencia en mi bandeja de entrada es notoria, k bueno k regresaste.
Saludos a todos x aca.
¡Gracias a todos, por las palabras, por los ánimos y, sobre todo, por la sinceridad!
Gracias por volver Carmen!! realmente estaba extrañando tus reflexiones que tan bien hacen al espíritu. Saludos cordiales.
De esos momentos que te estas rodeado de tanta gente pero te aislas en un mar de pensamientos, en una travesia sin limites ni fronteras en los adentros de tu pensamiento, de tu infinita mente, y te das cuenta que eres humano, y un regalo hermoso has recibido, llamado existencia…