Los laberintos del Castillo de Freÿr, Dinant
Cuántas veces deseé pasear por un laberinto verde, por estrechos pasillos bordeados de altos setos que apenas dejaran pasar más allá de un rayo de luz. Sentir la tranquila soledad de la Naturaleza, perfectamente diseñada, perfectamente alineada, ofreciéndome ahora un camino a la derecha, ahora a la izquierda. Mostrándome una guía, una ayuda para encontrar mi propia salida.
En Dinant tuve la oportunidad, al fin, de pasear por uno. Allí, en aquella remota ciudad belga, a orillas del Mosa, en las estribaciones de las Árdenas, se encuentra el Castillo de Freyr, un impresionante palacio renacentista que, aunque construido entre los siglos XVI y XVIII, fue restaurado más recientemente en el año 1972.
En aquel palacio, considerado Patrimonio Excepcional de Valonia, estuvieron Luis XIV o la archiduquesa María Cristina de Austria, entre otros. Testigo mudo, por su estratégica situación, a caballo entre la frontera francesa y la belga, a medias de lo que históricamente fueron los territorios de los enemistados reinos de Francia y el Imperio Austro Húngaro, el Castillo de Freyr hoy día destaca sobre todo por sus jardines, perfectamente diseñados. Amplios caminos a cuyos lados se despliegan las fuentes para darle color, nos conducen hasta su particular laberinto.
Adentrémonosen él; busquemos la salida, porque a su final la recompensa nos llega a modo de descanso con una pequeña casa, también renacentista, para invitados.
¿Te atreves a entrar?… Comienza, busca, tu salida te está esperando.
La luz se abre paso entre tanta oscuridad. Respira profundo porque siempre hay un camino.
Ya llegas. Al fin vislumbras tu destino. Allí, al fondo, aquéllo que buscas te aguarda.
Y la vida se abre camino. Luz, color y frescor para dar la bienvenida a quien es capaz de seguir siempre seguro al frente.
Tenéis más fotos e información de Dinant y del Castillo en la siguiente dirección: