Lady Godiva, retratos de una leyenda
Lady Godiva imaginada por Adam Van Noort en 1586
El pequeño pueblo de Coventry sufría bajo excesivos impuestos allá por el siglo XI. Reinaba por entonces Eduardo el Confesor. El conde de Mercia, señor de Coventry, encargado del cobro, no sólo no cedió suavizándolos, sino que encontró como solución subirlos un poco más.
Ante tal desatino, su esposa, de nombre Godgifu, se sintió obligada a intervenir. La respuesta del conde fue: «Si eres capaz de pasear a caballo desnuda por el mercado de Coventry ante la mirada del pueblo, perdonaré la deuda pendiente».
Godgifu sintió que tenía que hacerlo, que podía acabar con aquella injusticia.
Por Marshall Claxton en 1850
Se encomendó a Dios y se sintió guiada por su fe y su valor.
Por Edwin Landseer en 1865
Por momentos flaqueó, pero no aminoró el paso y cumplió su reto.
Por William Holmes Sullivan en 1877
Su marido, consternado, no tuvo más remedio que dar por pagado lo injustamente adeudado.
Por Edmund Leighton en 1892
Godgifu, desde entonces, es recordada y admirada por su osadía y entrega.
Por Johan Collier en 1897
Así nació la historia y la leyenda de Lady Godiva.